Caluana carta precios: descubre los platos imprescindibles de este restaurante
¿Por qué Caluana se ha convertido en el nuevo favorito de muchas foodies?
Lo admito: cuando algo combina buena comida, una carta con propuestas originales y un ambiente que invita a quedarte horas conversando entre amigas… me tienen desde el primer bocado. Así fue mi experiencia en Caluana, un restaurante que ha ido ganando popularidad (y corazones) en los últimos meses, especialmente entre quienes buscamos algo más que “un lugar bonito para comer”.
En este artículo, te cuento todo lo que necesitas saber sobre su carta, sus precios y, por supuesto, esos platos que no puedes dejar de probar. ¿Lista para descubrir tu nuevo sitio favorito?
Una carta pensada para saborear sin prisa
Lo primero que llama la atención al mirar la carta de Caluana es que no es excesivamente extensa, lo cual –desde mi experiencia– siempre es buena señal. Los platos están bien pensados, con ingredientes frescos, combinaciones sabrosas y una clara inspiración en la cocina mediterránea con toques de autor. Y eso se nota.
Aquí no vienes a comer rápido: vienes a disfrutar. Y tanto si eres de las que adoran compartir pequeños platos como si buscas un buen principal para quedarte más que satisfecha, la carta se adapta a lo que necesitas. Además, incluyen varias opciones vegetarianas y sin gluten, así que nadie se queda fuera.
Los platos imprescindibles (sí, los probé uno a uno)
Después de dos visitas (sí, volví… y no será la última), aquí va mi top de platos que deberías pedir sí o sí:
- Burrata con pesto de albahaca y tomate confitado: no es solo bonita en foto (aunque sí, queda divina en Instagram), sino que es cremosa, sabrosa y perfectamente equilibrada.
- Raviolis caseros de calabaza y ricotta: probablemente uno de los platos más celebrados. La pasta está hecha en casa y se nota. El toque dulce de la calabaza marida genial con la salsa de mantequilla y salvia.
- Pulpo a la brasa con patata trufada: espectacular. Crocante por fuera, tierno por dentro y con esa mezcla aromática que te hace cerrar los ojos por placer en el primer bocado.
- Tiramisú “deconstruido”: una propuesta diferente del clásico, jugosa, con un bizcocho empapado y una crema que merece aplausos.
¿Mi recomendación personal? Ir con alguien con quien puedas compartir varios platos y así probar un poco de todo. Porque elegir solo uno es casi imposible.
Precios: ¿merece lo que cuesta?
Sabemos que comer bien y bonito a veces viene con precios que no lo son tanto. Pero en Caluana, la experiencia me pareció más que razonable. Aquí te doy una idea de lo que puedes esperar:
- Entrantes: entre 8 y 14 €
- Platos principales: alrededor de 16 a 22 €
- Postres: entre 6 y 8 €
- Cócteles: sobre los 9 €
¿Es barato? No. ¿Vale cada euro que pagas? En mi experiencia, sí. La calidad del producto, la creatividad culinaria y el ambiente hacen que la relación calidad-precio sea excelente. Además, el servicio es ágil y encantador (y eso también cuenta, ¿verdad?).
Ambiente que miman con mimo
Desde que entras a Caluana, se respira esa mezcla perfecta entre calidez y diseño moderno. Madera, iluminación suave, vajilla cuidadosamente elegida… Todo suma.
No hay ruido excesivo –algo que personalmente agradezco muchísimo– y se presta tanto a una comida con amigas como a una cita especial, e incluso una comida en solitario con libro o portátil en mano.
Además, algo que me encantó fue que, a pesar de su estética cuidada, no es uno de esos lugares donde sientes que “te están observando”. La atmósfera invita a relajarte, disfrutar, (y sí, a pedir otro postre sin culpa).
La carta de vinos y cócteles: pequeños placeres bien pensados
Si eres de las que disfruta con una copa de vino mientras comes, te va a encantar su carta de vinos seleccionada con cariño. Predominan los vinos nacionales con opciones en copa y botella, que permiten maridar cada plato sin complicaciones.
Y si prefieres algo más festivo, sus cócteles de autor también merecen mención especial. Probamos el “Caluana Spritz”, su versión de un clásico, y el “Rose Negroni”, suave pero con personalidad. Ambos, refrescantes y servidos con presentación impecable.
¿Dónde está (y cómo reservar sin morir en el intento)?
Caluana está ubicado en una zona privilegiada del centro (no voy a dar la dirección exacta porque puede variar en función de ciudades, pero sí te recomiendo buscarlo en Google y reservar con antelación). Las mesas se llenan rápido, especialmente los fines de semana y durante el brunch.
Puedes reservar fácilmente a través de su página web o apps como The Fork. Y si vas de forma espontánea, trata de hacerlo en los horarios menos clásicos (tipo 13:00 o después de las 15:00 para comer). Es una opción ideal tanto en interior como en su terraza, perfecta en días soleados.
¿Y si vas con niños o en grupo?
Algo que me sorprendió gratamente es que Caluana es “kids friendly” sin dejar de ser chic. Tienen tronas, espacios cómodos y el personal es súper atento con los más pequeños. No hay menú infantil como tal, pero puedes pedir variaciones que se adaptan fácilmente.
En cuanto a ir en grupo, lo recomiendo totalmente. Tienen mesas redondas, ideales para charlas largas, y menús para compartir si se solicita con antelación. También es una opción top para celebraciones íntimas o despedidas discretas con buen gusto.
Pequeños consejos de insider
Después de dos visitas y varias horas de observación minuciosa (ok, y de disfrute puro también), te dejo algunos tips que harán tu visita aún mejor:
- Llega con hambre… vas a querer probar muchas cosas.
- No te saltes los entrantes: en serio, algunos de los mejores bocados están allí.
- Guarda espacio para el postre. De verdad.
- Si vas un día soleado, pide terraza. Tiene encanto y buena sombra.
- Pide recomendaciones al personal. Conocen muy bien la carta y te orientan según tus gustos.
¿Repetiré? Por supuesto que sí
Caluana es uno de esos lugares que descubres y, en lugar de tachar de tu lista, añades a tu repertorio habitual. Porque une lo que muchas buscamos hoy: comida honesta y bien elaborada, ambiente agradable y una experiencia que va más allá de comer. Ya sea para una ocasión especial o simplemente para mimarte después de una semana intensa, vale cada minuto invertido allí.
Si decides visitarlo, ya me contarás cuál fue tu plato favorito. ¿Coincidimos en alguno?